Hay genios que traspasan el tiempo y el espacio para convertirse en auténticas leyendas, y no hablamos solo de “artistas” dentro de la cultura, como músicos, cineastas, literatos o pintores. Alguien que ha conseguido hacerse famoso a través del diseño de zapatos también tiene un lugar muy especial en ese entorno de genialidad, sobre todo cuando lo ha logrado con una capacidad tremenda de sacrificio y aprendiendo el oficio ya a una edad avanzada. Esta es la historia de Manolo Blanhnik, un diseñador español de zapatos que pasó de crecer en una plantación platanera de Gran Canaria a convertirse, hoy por hoy, en uno de los hombres más influyentes e importantes dentro del mundo del calzado gracias a sus diseños increíbles, los más deseados por las celebrities.
Lo cierto es que la historia de Blahnik daría para escribir un libro, porque es absolutamente fascinante como ha logrado, en tan solo unas décadas y sin preparación previa, levantar todo un imperio que se ha convertido en una de las marcas de moda más populares, influyentes y cotizadas del planeta. Desde sus humildes orígenes en las islas Canarias hasta su éxito actual, habiendo sido condecorado como Caballero de la Orden del Imperio Británico, Blahnik tuvo que pasar por muchas etapas para descubrir que estaba destinado realmente a convertirse en un diseñador de prestigio, en un verdadero ídolo de masas para las chicas que buscan desesperadamente sus zapatos, por sus diseños exclusivos y por ser sinónimo de elegancia y glamour.
Sus inicios en el mundo de la moda
Blahnik nación en las islas Canarias, un archipiélago que pertenece a España aunque se ubica cerca de la costa occidental africana. Esto hace que allí las temperaturas sean mucho más cálidas, lo que permite plantaciones más tropicales. En una de ellas creció Manolo, hijo de una canaria y un checo. Al empezar la universidad, decidió estudiar Derecho en Ginebra, aunque lo dejó poco después para decantarse por la literatura. Sin embargo, esto tampoco cuajó y se marchó a París para estudiar arte. Tras unos años en la ciudad, a principios de los 70, llegó a Londres para convertirse en fotógrafo del Sunday Times. Allí empezó a tomar contacto con algunas de las grandes divas de la moda, quienes le acogieron y le dieron la confianza necesaria para desarrollar su talento con los diseños, especialmente con los zapatos.
Fundación de su propia marca
En 1971, Blahnik conoció a Diane Vreeland, influyente editora de la revista Vogue, quien le animaría a lanzar su propia marca de zapatos de diseño. Así lo hizo poco después, abriendo su primera tienda en el barrio londinense de Chelsea, siempre con sus propios diseños. Blahnik los dibuja personalmente, los traslada a una pieza de madera que el mismo se encarga de tallar con todos los detalles y posteriormente los manda a hacer a Italia, el país con los mejores zapateros del mundo. La marca, desde su nacimiento, ha sido sinónimo de lujo y glamour, aunque es cierto que no sería hasta los años 90 cuando sus zapatos no alcanzarían el verdadero éxito en todo el mundo, convirtiéndose en símbolos de la emancipación económica de la mujer triunfadora, que podía permitirse gastar cientos de dólares en un par de zapatos espectaculares.
Una de las marcas más prestigiosas del mundo
Desde el momento de su nacimiento, Manolo Blahnik, la firma homónima del propio diseñador, ha tenido un crecimiento brutal, especialmente en popularidad y cotización. Y es que Blahnik siempre ha tenido claro que no va a producir zapatos como si de una cadena de montaje se tratase. Solo salen 80 pares nuevos cada día, y hay una enorme lista de espera para adquirirlos, sobre todo cuando salen nuevos modelos. Los “manolos”, como se conoce popularmente a estos zapatos, se han convertido en un auténtico icono de la moda, especialmente en los últimos veinticinco años, donde la fama y la popularidad de este calzado ha crecido exponencialmente gracias a ser las favoritos de muchas celebrities, o de aparecer en las series y películas más populares.
Zapatos manolos
El estilo tan diferenciado y especial del calzado que diseña Blahnik ha hecho destacar a su marca por encima del resto, sobre todo porque no sigue las líneas que la moda parece marcar en los últimos tiempos, simplemente se deja llevar por su propia inspiración. Los manolos están por encima de modas pasajeras y se han convertido sin duda en el objeto de deseo de muchas mujeres exitosas, que ven en ellos la prueba fehaciente de que han logrado llegar donde querían. Actualmente, el precio de estos zapatos varia entre los 500 y los 4000 dólares, excesivo incluso para algunas celebrities, pero todas quieren llevarlos, da igual lo caros que sean, porque calzar unos Manolo Blahnik significa estar dentro del club de las elegidas.
Premio Nacional de Diseño de Moda
Aunque lleva casi toda su vida viviendo en otros países, en España se le tiene un gran cariño y aprecio a Blahnik, tanto que en 2012 se le entregó el importantísimo Premio Nacional de Diseño de Moda, uno de los más prestigiosos galardones de este tipo al que un diseñador puede aspirar. Su fama ya era internacional, ya que llevaba décadas convertido en uno de los diseñadores más prominentes e influyentes, pero es cierto que el premio sirvió también para homenajear a Blahnik en su país y darle el caluroso recibimiento que se merece, por haber llegado tan lejos en un mundo además dominado en casi todos sus niveles por mujeres. Blahnik puede presumir de ser uno de los diseñadores más conocidos y laureados.